martes, 16 de septiembre de 2014

Woods en Biarritz.

El miércoles pasado actuó en Biarritz el grupo norteamericano Woods para inaugurar la nueva temporada musical de la sala local L'Atabal. Se trató de un concierto gratuito al aire libre en los jardines anexos a la ciudad del océano y del surf. Un museo proyectado por los arquitectos Steven Holl y Solange Fabião de cuya cubierta ondulada emergen dos pequeños prismas de vidrio traslúcido cuales rocas en medio del mar. Estábamos en un entorno privilegiado, con vistas al Cantábrico y a las montañas verdes. Con un sol de justicia en las horas previas al concierto, de un verano que este año se ha hecho esperar en el norte. 

Hasta después del atardecer no hicieron acto de presencia Jeremy Earl y Jarvis Tavernier (núcleo de esta cambiante banda) junto a los últimos incorporados a la batería y al bajo. Suficiente formación para dar cuerpo a un sólido directo basado en sus dos últimos discos publicados. Tanto "Bend beyond" (2012) como "Whith light and with love" (2014) han supuesto un salto cualitativo en su discografía en cuanto a sonido, con una producción más depurada donde las canciones ganan cuerpo, como si una gran banda de rock se hubiera unido a ellos para quedarse por un tiempo. Por ello, todo presagiaba que aquella cita podría ser la confirmación de una formación consolidada en estado de gracia. Y afortunadamente las predicciones se cumplieron.

El concierto empezó luminoso y sosegado, dibujándose una sonrisa en nuestras caras con "Leaves like grass", "Cali in a cup" y "Shining". Cual surfero que disfruta sentado en su tabla a que llegue una gran serie, nos dejamos llevar por los suaves punteos de guitarra de las preciosas melodías que nos transportaron a la costa oeste norteamericana. Cada instrumento sonaba perfecto y especialmente la línea de bajo podía brillar junto a los demás.

El directo fue ganando en intensidad y con los abigarrados temas "Ben beyond" y "Size meets the sound" el grupo nos llevó imnotizados sobre una gran ola de psicodelia folk-rock. Volvimos a tomar aire con "Is it honest?" y "it aint easy", para encarar la última serie con la electrizante "With light and with love" de la que poco a poco fueron bajando con "Shepherd", "Moving to the left" y una bonita versión de Pink Floyd, "Green is the colour" (parecida a esta), que supieron a mucho pero que nos dejaron con ganas de más.

De pocas palabras y discretos gestos entre ellos, quizás faltó cierta conexión con un público agradecido. Y mayor confianza y garra en Jeremy Earl al cantar, como si aún no se sintiera cómodo con su peculiar tono de voz. Pero la profesionalidad fue indudable y debido a su cada vez mayor proyección, podemos imaginar que probablemente sea difícil volver a verlos en un entorno como este, tan cercano y singular.

Como recuerdo he montado un vídeo collage con diferentes momentos del concierto a partir de la versión en directo del tema "Size meets the sound". Comienza con imágenes de la playa y del museo, y como broche, una anécdota de la prueba de sonido previa. No se me ocurre mejor manera para celebrar los seis años de vida que ayer cumplió este humilde blog :-).

2 comentarios:

bassmatti dijo...

A mí el entorno me jugó una mala pasada. Dí que no era de noche, dí que el escenario era de fiestas de zubieta, dí que lo que sea. Pero lo prefiero en sala. Y con más reverb, como en el disco. Aquello sonaba seco. Pero también te digo que será imposible volver a verlos así. Casi mejor, que los franceses son un rollo :)

zorionak por el blog!

orphangirl dijo...

Coincido contigo en que faltó cierto sudor entre el público. Algunos estuvimos cerca de pie pero esa primera fila de personas sentadas hizo de barrera física y mental con el grupo. Pero para mí el escenario bajo creo jugaba a favor, así como el entorno.

Respecto al sonido la verdad es que agradecí menos reverb, será que ya habitualmente trago de más en las salas habituales, jeje. Y es cierto que los franceses son más sosos, pero la falta de murmullo de fondo, siendo concierto gratuito, para mi fue un regalo ya que por aquí hasta en los de pago he tenido que ir esquivando cotorras.

Y gracias por lo del blog y por comentar :-)